En el siguiente artículo te explicamos qué son los reflejos primitivos y cómo pueden ayudarte las Terapias de Movimientos Rítmicos e Integración Sensorial en su integración.
¿Qué son los Reflejos primitivos?
Los reflejos primitivos son respuestas musculares involuntarias y especificas a ciertas sensaciones y movimientos (María Docavo, 2012)
Los reflejos primitivos surgen en el útero, están presentes en el nacimiento y nos acompañan hasta los 6-12 meses aproximadamente, si en este periodo no han desaparecido se les llama reflejos no inhibidos y pueden dar lugar a patrones de movimiento y comportamiento inmaduros, que pueden permanecer hasta en la edad adulta.
Los reflejos primitivos son provocados por la estimulación sensorial de los sentidos, sobre todo el sistema vestibular, propioceptivo y táctil. No obstante, disponemos de 8 sentidos que trabajan de forma integrada para dar respuesta a muchas de las señales.
Los reflejos primitivos tienen un programa innato de integración, hacen su aparición, se produce una maduración de los mismos, se inhiben y se integran. Así es como tiene lugar el desarrollo de los reflejos posturales (o de locomoción), que son necesarios para nuestra estabilidad, mantener el equilibrio en posición de pie y sentados y para permitir movernos ( gatear, caminar, correr, saltar…).
Cada reflejo primitivo desempeña un papel fundamental, si un reflejo no se ha integrado dará lugar a una serie de dificultades o problemas de aprendizaje, coordinación y el comportamiento en la infancia y la adultez. Sin embargo, si son integrados adecuadamente, favorecerán el desarrollo motor, emocional y cognitivo del niño a medida que crece.
¿Qué síntomas pueden evidenciarse?
- Desafíos control postural
- Pobre coordinación mano-ojo
- Poco equilibrio.
- Pobre coordinación.
- Problemas de lateralidad y movimientos cruzados
- Adaptan posturas no adecuadas para escribir.
- Enuresis, y problemas para controlar esfínteres
- Problemas de atención y concentración.
- Problemas de aprendizaje.
- Problemas para aprender a dar la voltereta, saltar a la pata coja o montar en bicicleta.
- Mareo por movimiento.
- Problemas de comportamiento, muy introvertido y tímido o agresivo.
- Palabras entrecortadas, lenguaje pobre y tardío.
- Hipersensibilidad a la luz, al tacto, a los estímulos visuales o kinestésicos.
- Mala letra.
- Exceso de movimiento.
- Se distraen fácilmente.
- Impulsividad.
- Problemas de planificación, estructuración, organización y ejecución.
- Problemas de regulación emocional y comportamental.
Relación con los problemas del Neurodesarrollo
Para hacerte un idea suele coincidir con los siguientes «diagnósticos» en el desarrollo:
- Dislexia.
- Dispraxia.
- Problemas en el control de esfínteres, enuresis.
- Déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
- Trastorno del Espectro Autista (TEA)
- Miedos irracionales.
- Estrés o fatiga.
- Ansiedad o estado de hipervigilancia.
¿Qué podemos hacer para ayudarlos?
Intervenir desde Terapia Ocupacional será clave para mejorar las conexiones neuronales y potenciar la maduración del Sistema Nervioso, ya que cuando los reflejos primitivos no están inhibidos, suele existir una inmadurez del Sistema Nervioso.
Terapia de Movimientos Rítmicos
La terapia de movimientos rítmicos se basa en la idea de que el movimiento puede ayudar a integrar estos reflejos primitivos. Esta terapia utiliza patrones de movimiento rítmicos y repetitivos que pueden ayudar a reprogramar el sistema nervioso y facilitar la integración sensorial. Esto es especialmente útil para personas con trastornos del desarrollo, como el TDAH o el Autismo, así como para adultos que pueden haber experimentado traumas o estrés.
Integración Sensorial
Los reflejos primitivos están relacionados con la forma en que el cerebro procesa la información sensorial. La integración sensorial se centra en cómo el cerebro procesa dicha información sensorial. A través de actividades que estimulan los sentidos, se puede mejorar la capacidad de una persona para responder a su entorno de manera más efectiva.
La combinación perfecta para niños y adultos
Las intervenciones terapéuticas que abordan ambos aspectos pueden ser muy efectivas para mejorar la calidad de vida de niños y adultos. Combinándolas desde Terapia Ocupacional aportan un enfoque holístico para su intervención.